Resumen
La suerte está echada
Último partido de la temporada en la casa pepinera. Un Leganés que se jugaba algo con pocas posibilidades y un Parla que necesitaba atar la cuerda al clavo ardiendo de la liga, jugándoselo todo y rematando la machada de haber hecho una de las mejores segundas vueltas de la Liga tras un inicio catastrófico.
Once reconocible de las últimas semanas con cambio de Abdu por sanción y Villalba que fueron sustituidos por Aitor y Michael. En el público, otra vez la afición visitante convertía en locales el campo. Entrada a doce euros que le debió de servir al Leganés para hacer una generosa taquilla y demostrar que los filiales ni son de estas ligas ni respetan a sus contrincantes. Doce euros de una entrada para un niño, en tercera RFEF, es invitar a no crear afición.
Empezaban los lances con un Leganés bravo que acosaba y le ponía empeño, el Parla, sobrio, algo nervioso por la puesta en escena. En el minuto siete, gol del Leganés anulado por mano previa que asustó a las gradas y jugadores, aunque sirvió de acicate para el equipo que empezaría a cambiar la cara.
Mucho trabajo, partido de oficio del Parla ante un filial con jugadores muy reseñables. En el dieciséis Monzón remató de cabeza y el portero tubo que demostrar todas sus capacidades. Toda la primera parte fue de acción, pero las defensas estuvieron a la altura.
Chica tendría una de cabeza en el treinta y cuatro que no acertó a los tres palos. El Leganés casi a término del primer tiempo se fue con mucho peligro en una contra, consiguió More ponerle el cepo al balón con no poca dificultad. Poco más dio de si los cuarenta y cinco minutos.
La 2ª parte empezaría mal. Casi en la primera ocasión, en el cuarenta y nueve, en un centro lateral, tras rebote acaba en el fondo de las mallas. Uno a cero, el Cala Pozuelo ganaba y el Carabanchel empataba. Malas noticias.
Los de Aitor se repusieron, más bien, los llevaron en volandas la afición, que desde ese momento entendió que eran más necesarios que nunca. La afición del Parla no tiene adjetivos posibles, no hay otra igual en estas divisiones. Camacho se echó el equipo a la espalda en el ataque y en el sesenta y uno lo intentaría con un tiro lejano que no llegó a buen puerto.
Monzón, gigante Monzón, que jugadorazo, tuvo un día grande, remató en el sesenta y cuatro yéndose alto rozando el larguero. Y llegó la expulsión en el sesenta y cinco, fruto de los nervios de los locales que no supieron hacer el partido que les tocaba después del gol. Algo tuvo que ver el Parla.
La expulsión sería la espoleta definitiva, los pepineros fiaron todo a su contra y el Parla se fue a por todas. Monzón en el setenta y dos sin suerte y arce de cabeza no atinó a batir al portero local. El Parla lo estaba rozando y en el ochenta y nueve, pase de Arce por la izquierda, que remata al palo Yerpes y César revienta las mallas tras el rebote. Gol, gol y gol, que hace el empate definitivo a la postre.
Acto seguido tuvo Escobar la jugada del año, entrando por banda derecha y regateando a todo lo que se movía. Tremendo, aunque el balón se le quedó atrás en el momento decisivo y no pudo rematar bien con el portero ya vencido.
Final del partido y fiesta de los jugadores con la afición, hoy no sonó la potra, hoy sonaron las gargantas de los más de doscientos aficionados parleños que se trasladaron a Leganés a demostrar una vez más que es la mejor afición de Madrid.
Estamos agarrados al clavo ardiendo y dependemos del Madrid C que no pierda el play out y de que uno de los equipos del play off ascienda. Hoy todos somos del Galapagar, Villaverde, Torrejón y Rayo Vallecano B, nos da igual, les deseamos la mayor de las suertes. Nada es imposible y hay que soñar con ello. Nos vemos el año que viene
¡BUEN VERANO!